Solamente en el mes de abril del año en curso el número de fallecidos en accidentes de tráfico en las carreteras francesas aumentó un 20 por ciento, respecto al mismo periodo del año anterior. Durante el mes de abril murieron 355 personas, 59 más que en 2010.
Este dato confirma la tendencia a la alza observada desde el pasado enero.
Los causantes de la siniestralidad: una serie negra de accidentes, particularmente graves, y un comportamiento demasiado relajado de los conductores durante una época extraordinariamente calurosa que implica la multiplicación de recorridos en coche o en moto.
El ministro del Interior, Claude Géant, ordenó a todas las jefaturas del país reforzar la presencia policial en el conjunto de los ejes de las carreteras y autopistas, así como intensificar los controles de velocidad, alcoholemia y estupefacientes.
Las autoridades no descartan imponer una limitación de velocidad a todos los vehículos de 80 km/h en carreteras secundarias y 110 km/h. en autopistas para los vehículos ligeros de menos de 3.5 toneladas, en lugar de los 130 km/h. vigentes en la actualidad.
Desde hace unos días, los excesos de velocidad que superen en 50 km por hora el límite autorizado son delito, es decir, pueden implicar penas de prisión, así lo decidió el Ejecutivo francés.
Otra medida, consiste en instalar en los próximos 18 meses mil nuevos radares y suprimir las señales que advierten de la existencia de radares de medición de velocidad. El que divulgue información de su presencia será sancionado con una multa.
En los primeros cuatro meses de 2011, el número de muertos subió un 13 por ciento, esto llevará al Gobierno a acabar con el aflojamiento de las sanciones en el sistema francés del carné de conducir por puntos. Se pondrá fin al margen de tolerancia de hasta 20km/h a la hora de exceder los límites de velocidad establecidos o al uso del móvil mientras se conduce.
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