Ahora la red viaria de Álava dispone de dos puntos vigilados por radares fijos. Pero en pocas semanas otros diez dispositivos serán instalados en diferentes vías.

Los dos radares fijos que funcionan en la actualidad se encuentran en la AP-68. Uno de ellos, situado en el kilómetro 33, a la altura de Zuia, controla el tráfico en sentido Bilbao. El otro, ubicado en el kilómetro 50, en el término municipal de Kuartango, hace lo propio con los vehículos que van a Burgos.

La vigilancia se intensificará en la AP-68 con la instalación de un nuevo dispositivo a la altura de Ziorraga (en dirección Burgos). Y el resto de los radares se repartirán por otras carreteras, por ejemplo, la A-625 en ambas direcciones, a la altura de Llodio.

También se actuará en dos puntos de la N-I. Por una parte, en el punto kilométrico 350 en Lopidana, donde se vigilará en tráfico en dirección Madrid. Por otra parte, dos radares se instalarán en el kilómetro 390,7, en Egino.

También se someterá a vigilancia la autovía de Altube. En el kilómetro 15, en Aiurdin, se ubicará el sensor que vigilará el tráfico en sentido Vitoria. En el kilómetro 12, en Letona, se controlará el otro sentido.

Los dos últimos dispositivos funcionarán en el kilómetro 68 de la A-124, en la curva de Castejones, que controlarán el tráfico tanto en sentido Logroño como Laguardia.

El número de radares fijos se incrementará en los otros dos territorios del País Vasco. En total, la comunidad autónoma dispone en la actualidad de 39, a los que se sumarán otros 36 este año. Según fuentes de la Ertzaintza, durante 2006 se impusieron en Euskadi 79.524 multas con los radares.